martes, 4 de diciembre de 2007

Pases de Lluvia

Feria bajo la lluvia

    La tormenta no pudo haber llegado en mejor momento. La verdad es que la última función del día me hubiera exigido más de lo que puedo dar ahora…después de todo no importa cómo te sientas, si en el escenario en lo que menos piensas es en el espectáculo, si tienes que callar tu grito desesperado con una melodía que endulce los oídos de los visitantes, cambiar tus lágrimas de sal por lágrimas de cristal que reflejen las luces de colores o esconder la rabia en tu mirada con un maquillaje tan perfecto y tan irreal como la sonrisa de aparador que debes mostrarle al público en todo momento…todo es actuación, pose…y “el show debe continuar”. Mis compañeros me insisten en que todas las emociones humanas se pueden expresar a través del arte al que te dediques…¿Pero, y si esa emoción es un “no quiero estar aquí”? La carpa de juegos de destreza de la feria se convirtió en el refugio perfecto para los miembros del parque que no querían pasar una velada aburrida y sin luz dentro de sus remolques. Ni bien terminaron de repartir los pases de lluvia a los visitantes para que regresaran sin costo al siguiente día, ya estaban organizando una verbena junto a los juegos de casino que hoy más que dar la ilusión de una fortuna por recibir sólo quitaban espacio. La plática alumbrada por velas, las bromas, las canciones al compás de las palmas y las botanas improvisadas no se hicieron esperar. Sé que debía alegrarme, estaba en una reunión con la mayoría de mis amigos, no tuve que trabajar en esa última función que tanto me abrumaba, no había aparente razón para que se interrumpiera la diversión en ningún momento, todo estaba bien…sin embargo, me invadía un sentimiento devastador de tristeza y desolación. De pronto me vi rodeada por una realidad completamente diferente a la que conocía hace menos de un año que fue cuando llegué a la feria. Me vi haciendo cosas que jamás creí hacer en lugares que jamás creí visitar con gente que hasta esa fecha para mí eran completos desconocidos. Me sentía a gusto en el parque pero en ese momento me cuestionaba cómo fue que había llegado aquí…repasaba todos los acontecimientos en mi vida antes de este día y parecía increíble la travesía. Mi vida cambió tan rápido que no me di cuenta de cómo llegué a este punto. Definitivamente no me había propuesto estar donde estoy ahora…dicen que cuando las cosas no están metódicamente planeadas es que salen mejor…pero para estas alturas me gustaría tener un sentido de control sobre mi destino un poco más palpable. Es muy desconcertante sentirte como hoja al viento a total merced de la suerte…o como si se estuviera en caída libre todo el tiempo sin algo a qué aferrarse para no seguir el camino al fondo del precipicio. Entiendo que muchos darían lo que fuera para tener lo que tengo…pero sin ese sentido de “seguridad” no sé qué tan elegible sea mi vida de todas formas. 

    A pesar de la insistencia de mis amigos para que me quedara en la carpa con ellos tuve que salir de ahí en busca de algo de paz interior. Caminé bajo la lluvia un rato como solía hacerlo en mi adolescencia y al cabo de unos minutos llegué al Laberinto de Cristal. Vacilé un poco al entrar pues temía lo que los espejos tenían que decirme hoy pero armada de coraje y con una lámpara de aceite decidí hacer mi recorrido como cada noche. En un principio no había novedad alguna en el laberinto, todo transcurría como de costumbre, era el mismo camino, los mismos espejos y la misma autorreflexión de todos los días…hasta que noté el cambio en el reflejo entre un espejo y otro. Alta, bajita, ancha, delgada, con dos cabezas…una imagen diferente a cada par de pasos. En realidad los espejos no pudieron ser más atinados, así es como me siento…he vivido tantas “vidas” en esta existencia que me pregunto si ésta será la última, si es aquí donde pertenezco y a donde se supone tenía que llegar. Ojalá así sea, necesito un lugar al cual llamar “mi hogar”.

2 comentarios:

  1. ..."El show debe continuar"...
    Me suena a una frase que probablemente muchos han escuchado... "la vida continúa"... No importa si estás con aquéllos que crees conocer, en el mismo lugar, haciendo lo mismo de siempre ó si estás con completos desconocidos, en lugares diferentes e inconcebibles para ti, haciendo lo que nunca creíste... jeje si, la vida continúa, nunca se detiene y no siempre hay a qué aferrarse y cuando crees que lo hay de un momento a otro desaparece, ¿querer quedarse en determinados momentos? imposible, yo he tenido que aprender eso, todo es un cambio constante, lamentablemente para algunos no lleva un proceso y de un momento a otro todo es distinto, hasta los mismos que creías conocer, yo no se si será más fácil irte adaptando poco a poco a los cambios ó si en verdad sea mejor que sucedan de golpe, lo que si sé, es que generan tal descontrol en tu vida que si atraviesas cambios, uno tras otro sin parar, al final terminarás perdido y desolado, ahora agregarle ser aprensivo (entre otras tantas cosas), pues se pone más difícl...

    También me pregunto:
    ...sé que tú me entenderás Fénix...
    ¿Todo empieza por querer "estar"?, (que así nazcas je)... ¿eso haría que los cambios no te descontrolaran tanto y pudieras seguir y fijarte un rumbo? ó ¿todo empieza con algo ó alguien que te haga querer "estar"? aunque esto también es un problema porque entonces te harías dependiente de algo ó alguien que probablemente se vaya y vuelvas al mismo circulo vicioso!!!... oh oh...

    Ja!! Creo que empiezo a desvariar ó solo yo me entiendo... mmmmmmm... bla... como sea, me gustó mucho el post creo que de los que más me ha saturado la cabeza con pensamientos que definitivamente no podría escribir en lo que se supone sólo es un comentario je... Mejor me doy una vuelta por la feria, seguro encontraré algo entretenido...

    ResponderBorrar
  2. Vaya, ahora si me pegó el possss... jejej, sabes? anoche cuando volvia de trabajar hacia la casa pensaba en ese asunto de un sitio para sentirme en paz, un lugar para descansar, aparentemente la casa es ese sitio no? donde uno llega a dejar de lado el sufrimiento, se acuesta y es momento de descansar, de huir, de hundirse así que comparto por completo contigo ese sentimiento de no pertenencia, así me he sentido toda la vida, y lo peor es cuando crees que por encontraste ese lugar, esa persona, ese momento y algo cambia de pronto y ya no es lo que era, uno ya no se siente bien, ya no está en paz o el lugar cambia de lugar.
    Esa desesperación por buscar algo, alguien, que sea como un shelter del mundo.
    Mientras uno va vagando por ahi, sin rumbo ni motivos.
    te quiero mucho. =)

    ResponderBorrar

¡Gracias por visitar el Laberinto Cristalino! Déjame tu mensaje - Fénix.